Después unos segundos bloqueada decidió continuar su paseo
hasta la academia, sin dejar de pensar ni un solo segundo, en el extraño y
corto suceso que acababa de vivir. Tras mucho devanarse los sesos, llegó a la
conclusión de que quizás había escuchado mal o incluso que su mente le quiso
hacer una travesura. Racionalizando el hecho, estaba claro que era imposible
que aquel individuo extraño pudiese conocer su nombre. Seguramente, tras la
impresión de verle, su cabecita creó el resto. Y es que Raquel era muy proclive
a imaginarse cosas de todos los calibres y colores. Así estaba hecha. Una mujer
llena de recursos y fantasías, a cada cual más peregrina, loca y divertida.
Decidió no pensarlo más. Llegó a su aula, lo preparó todo para cuando llegasen
los alumnos y esperó mientras leía una novela del detective Víctor Ros. De
repente le sobresaltó el sonido de un mensaje de whatsapp. Número desconocido
para ella,lo abrió entre extrañada y curiosa.
“He llegado
perfectamente a la calle del Pez. Muchas gracias Raquel. J.”
Palideció, sintió un desagradable sudor frio recorriéndole
el cuerpo. Las manos le temblaron , y mientras los alumnos comenzaban a entrar,
ella sintió la extrema necesidad de salir corriendo para huir de no sabía muy
bien que….
La descripción del extraño personaje me resultaba vagamente familiar, pero, al ver la inicial con la que termina el whatsapp, me quedo más perpleja aún. No me extraña que Raquel quiera huir, aunque no sea a ningún sitio.
ResponderEliminarYo también soy fan de las novelas de Víctor Ros
Deseando seguir conociendo a Raquel y sus circunstancias.
Besos a Fellini en los bigotes
Vaya...pues me quedo así patidifusa...aunque Raquel deje a menudo volar su imaginación,ésto es muy raro,primero su nombre,despues un mensaje,podria haber oido como se llama de casualidad,pero también ha conseguido su telefono?quién es éste personaje que la hace sentirse así?es su imaginación,un sueño despierta,una aparición...?Un abrazo,Susana.
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